Las avispas, las abejas y las hormigas son artrópodos (animales invertebrados con el cuerpo y las patas articuladas) pertenecientes al orden Himenóptera, que se caracterizan por tener dos pares de alas membranosas. En estos insectos, la picadura tiene que ver con el comportamiento de ataque o defensa mediante un aguijón situado en la parte posterior del abdomen, que se relaciona con una glándula de veneno. Este aguijón en avispas y hormigas (no todas lo tienen) es retraíble, por lo que pueden picar de forma reiterada, en cambio las abejas tienen aguijones en forma de sierra, de tal manera que al introducirlos en la piel se quedan anclados y asociados a la bolsa de veneno, lo que implicaría la muerte del insecto al intentar huir y por lo tanto desgarrar la parte final de su abdomen. |
Con la picadura estos insectos inoculan veneno en la piel, sustancias de naturaleza variada, que producen escozor, dolor, picor, enrojecimiento y cambios en la permeabilidad capilar lo que induciría a inflamaciones, y en algunos casos, dependiendo de las especies implicadas, destrucción de tejido.
Algunos de los componentes inoculados son de naturaleza proteica, que generaría las reacciones alérgicas.
Síntomas
De forma general, las picaduras ocasionan reacciones dérmicas locales; en un principio aparece una pequeña pápula blanquecina, en la que se puede apreciar el lugar por donde se introdujo el aguijón, o incluso, si la picadura es de abeja, el propio aguijón. En un principio se siente un intenso dolor, que desaparece en pocos minutos.
Las personas sensibilizadas pueden desarrollar un edema mayor, asociado con ampollas incluso, que puede aparecer algunas horas después y que tardará en resolverse entre 3 y 4 días. Estos síntomas se agudizan más cuando las picaduras se producen en áreas como la cara o el cuello.
Es fundamental considerar además la posibilidad de reacciones anafilácticas si el individuo picado es alérgico. Cuidado de la misma manera con las picaduras masivas, las abejas, por ejemplo, utilizan feromonas de alarma, lo que atraería a otras abejas dispuestas a picar.
Tratamiento
- En el caso de picadura de abeja, retirar el aguijón, ayudándose de un filo romo, raspándolo cuidadosamente hasta conseguir sacarlo de la piel. También se pueden utilizar unas pinzas de punta plana, pero el riesgo de romper la bolsa de veneno. Las avispas no dejan el aguijón clavado, aunque pueden picar en más de una ocasión
- Lo primero que hay que hacer es limpiar la zona afectada por la picadura con abundante agua fría y jabón
- Aplicar frío en la zona afectada durante 10 minutos y descansar durante otros 10 minutos; se puede repetir este proceso durante media hora. No aplicar el hielo directamente sobre la picadura, sino cubierto con algún paño o toalla
- También puede ser útil la administración de un antihistamínico, para la reacción y un analgésico para el dolor
- En mujeres embarazadas, se deberá prestar especial atención a la hora de administrar el antihistamínico
- Atención a las reacciones alérgicas
Consejos prácticos
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Por la Dra. Rosario Melero Alcibar
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