Agente infeccioso
Parásito – Nematodo. Ascaris lumbricoides. El Ascaris suum, parásito de los cerdos, ocasionalmente puede provocar larva migrans en su forma adulta.
Distribución geográfica
Distribución mundial con mayor prevalencia en los países tropicales húmedos. Los niños pequeños suelen presentar un cuadro más grave. Los huevos pueden sobrevivir hasta 6 años.
Ciclo biológico
El ciclo evolutivo de Ascaris es directo, y el hombre o cerdo se infectan al ingerir huevos embrionados con larva infectante. Una vez ingeridos, los huevos infectantes llegan al duodeno, donde los jugos gástricos dejan en libertad a las larvas. Estas larvas (que poseen gran movilidad) penetran la mucosa duodenal, llegando a la circulación portal y dirigiéndose de allí al hígado, donde permanecen de 72 a 96 h. Posteriormente continúan su migración hacia el corazón derecho, pasando a los pulmones a través de la circulación pulmonar, hasta llegar a los capilares pulmonares, donde quedan atrapadas. Allí, las larvas rompen el endotelio capilar y penetran en los alvéolos, ascendiendo por bronquiolos y bronquios a la faringe. Una vez franqueada la epiglotis las larvas son deglutidas, volviendo nuevamente al duodeno, donde terminan su proceso madurativo.
La maduración de los parásitos se completa diferenciándose en machos y hembras adultos. Luego se produce el acoplamiento, y las hembras depositan sus huevos (en número de 200.000 a 240.000 por día) aproximadamente 2 meses después de la ingestión del elemento infectante. Los huevos son expulsados con la materia fecal al medio ambiente, donde pueden sobrevivir aun en condiciones desfavorables, favoreciendo así la perduración del parásito. Estos huevos se desarrollan en el suelo en un plazo de 2 a 3 semanas, dadas ciertas condiciones favorables de temperatura (22 a 33 ºC), presencia de oxígeno, humedad, sombra y suelos arcillosos. Son resistentes a las bajas temperaturas, desecación, ácidos fuertes y formol; en suelos sembrados persisten entre 7 y 12 años, creando un ambiente ascaridiano, un «semillero». Con la desecación, el polvo que vuela con las corrientes de aire los transporta y son inhalados y/o deglutidos.
Inmunidad: Son habituales títulos de IgE elevados al igual que eosinofilia. Los antígenos favorecen reacciones de hipersensibilidad inmediata que contribuyen a la lucha frente a una penetración adicional y diseminación de la forma adulta.
Período de incubación
Variable, de 10 a 14 días, con un rango de 7 días hasta más de 200 días.
Clínica
Fase Pulmonar: Síndrome de Löeffler (neumonía vermiana): Tos, fiebre, sibilancia e infiltrado pulmonar cambiante.
Fase intestinal: Diarrea Intermitente. Efectos Mecánicos: Se produce en infestación masiva: En el intestino delgado produce obstrucción; vólvulo por impactación, apendicitis, ictericia obstructiva, abscesos intrahepáticos y pancreatitis por obstrucción del Wirsung. Peritonitis granulomatosa. Problemas nutricionales en relación con la infección del intestino delgado.
Muerte asociada a migración aberrante del nematodo al hígado, corazón y páncreas. La gravedad de los síntomas depende del número de A. lumbricoides y estado de salud del paciente.
Diagnóstico
– Analítica: Eosinofilia en la fase de invasión. Eosinófilos en esputo en la fase pulmonar.
– Parásitos en heces: presencia de huevos característicos o gusano adulto.
– La ecografía puede ser de utilidad para revelar la infestación de los nematodos adultos que alcanzan hasta 30 cm.
Tratamiento
Mebendazol 100 mg/12h/3 días o Albendazol 400 mg en monodosis o Mebendazol 500 mg en monodosis o el Pamoato de Pirantel 11 mg/kg (max 1g) en monodosis, Ivermectina 12 mg en dosis única. En los niños se pueden utilizar a la misma dosis, con la excepción de Albendazol con la mitad de dosis y Mebendazol que no se usa en menores de 2 años. En infecciones muy intensas puede haber migración errática de áscaris tras el tratamiento.
Prevención y control
En las zonas de alta prevalencia, se puede recomendar un tratamiento preventivo (profiláctico) con medicamentos antihelmínticos. Evitar la geofagia.
Construcción de letrinas; no usar aguas contaminadas para riego y cocción apropiada de verduras.