Cestodos

Los cestodos (Del latín cestum, «cinta» y del griego eidés, «con el aspecto de«) son una clase del filo platelmintos que agrupa unas 4.000 especies, todas ellas parásitas, como las tenias y otros gusanos acintados.

Son endoparásitos del tubo digestivo, con un cuerpo en forma de cinta constituido por una serie de segmentos denominados proglótides. No tienen tubo digestivo.

Morfológicamente constan de escólex (ventosas, botria y ganchos) y de estróbila (proglótides) que es el órgano sexual hermafrodita encargado de la producción de huevos.

Principales Cestodos de interés humano:

Ciclofilídeos (orden Cyclophyllidea):

La mayoría parasitan aves y mamíferos y son los más importantes desde el punto de vista sanitario y socioeconómico. Se caracterizan por poseer un escólex que porta 4 ventosas y, a veces, ganchos, uno o dos juegos genitales -con aberturas genitales a los lados- útero ciego y glándulas vitelógenas formando una única masa situada detrás del ovario. Los huevos carecen de opérculo y salen al exterior ya embrionados. En el ciclo vital sólo existe un hospedador intermediario que es, según los casos, un vertebrado o un invertebrado. El orden Ciclofilídeos contiene unas 14 familias con varios centenares de especies, siendo las más importantes las familias Taeniidae (con los géneros Taenia, Taeniarhynchus y Echinococcus), Hymenolepididae (con el género Hymenolepis) y Dipylididae (con el género Dipylidium).

Taenia saginata

Hymenolepis diminuta

Hymenolepis nana

Dipylidium caninum

Pseudofilídeos (orden Pseudophyllidea)

Viven cuando son adultos en el intestino de diversos vertebrados, generalmente piscívoros. Se caracterizan por tener un escólex con dos botrios (dorsal y ventral), glándulas vitelógenas foliculares y poro uterino. Los huevos son operculados. En el ciclo vital existen dos hospedadores intermediarios; el primero es un crustáceo (generalmente un copépodo) y el segundo un vertebrado (generalmente un pez). El orden contiene unas 10 familias, de distribución mundial; sus representantes parasitan generalmente a vertebrados silvestres y carecen de importancia socioeconómica o sanitaria. De todas las familias, la más interesante es la familia Difilobótridos (Diphyllobothriidae) que contiene cerca de un centenar de especies que parasitan a cetáceos, mamíferos terrestres piscívoros y aves piscívoras; varias especies, pertenecientes a los géneros Diphyllobothrium, Spirometra y Ligula tienen interés sanitario.