Pian o Frambesia

Pian o Frambesia

Patógeno: espiroqueta gram negativa denominada Treponema pallidum subesp. pertenue.

Distribución: endémica en 12 países en África, Pacífico occidental y Asia sudoriental.

Mecanismo de transmisión: por contacto directo (de persona a persona), con el exudado de las lesiones de una persona infectada

Clínica: en la fase aguda se producen lesiones con exudado, que curan dejando cicatriz, linfadenopatías regionales. En la fase crónica existe afectación ósea, característica la deformación de la nariz, engrosamiento de la piel en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Esto último ocasiona al enfermo problemas para caminar.

Diagnóstico: epidemiología, clínica, serología y PCR

Tratamiento: Azitromicina dosis única oral de 30 mg/Kg (max. 2 grs), tratamiento financiado por la OMS en los países endémicos. Penicilina benzatínica (dosis intramuscular única) de 1,2 millones de unidades (adultos) y 600.000 unidades (niños).

Prevención: No existe vacuna para esta enfermedad. La educación sanitaria y una buena higiene personal son componentes esenciales de la prevención. El diagnóstico precoz y el tratamiento individuales también son medidas importantes para conseguir la erradicación, así como los tratamientos comunitarios en las poblaciones con una prevalencia mayor del 10%.

El pian forma parte de un grupo de infecciones crónicas causadas por los treponemas que abarca la llamada sífilis endémica (bejel) y el mal de pinto y se conocen como treponematosis endémicas. De ellas, el pian es la más común.

El agente infeccioso de la enfermedad es una espiroqueta gram negativa microaerofila denominada Treponema pallidum subesp. pertenue. Este microorganismo pertenece al mismo grupo de bacterias que causan la sífilis venérea.

Se conoce también como bubas, frambesia o frambesia tropical.

Patogenia

El reservorio es el ser humano y los primates. El vehículo de transmisión parece ser el contacto, la picadura de insectos y los fomites. Es más frecuente en la primera infancia y los niños entre 2 y 14 años que constituyen el principal reservorio de esta treponematosis, de la que únicamente resultan infecciosas las lesiones cutáneas de la fase inicial de la enfermedad.

Su transmisión de persona a persona se ve favorecida por el riesgo de pequeñas heridas o abrasiones producidas por la densa vegetación mientras se trabaja o camina en zonas por donde es habitual ir con la piel descubierta.

Epidemiología

Afecta principalmente a las comunidades pobres que habitan en las regiones cálidas, húmedas y de bosque tropical en África, Asia, América Latina y el Pacífico.

Hasta la fecha no se ha podido determinar la prevalencia mundial del pian y se desconoce cuántos países lograron detener completamente la transmisión gracias a las campañas de tratamiento en masa con penicilina inyectable en los años cincuenta.

Según los últimos datos recopilados, los países donde el pian es endémico se enumeran enseguida por regiones de la OMS.

  • Región de África: Benin, Camerún, Congo, Costa de Marfil, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Ghana y Togo.
  • Región del Asia Sudoriental: Indonesia y Timor Oriental. (¿India?)
  • Región del Pacífico Occidental: Islas Salomón, Papua Nueva Guinea y Vanuatu.
  • Región del Mediterráneo Oriental: No se tiene información.
  • Región de las Américas: No se tiene información. (¿Haití, República Dominicana, Brasil, Ecuador, Guayana, Perú y Colombia?)
  • Región de Europa: No se tiene información.

La última estimación de la OMS en 1995 arrojó una prevalencia de 2,5 millones de casos de treponematosis endémicas (principalmente el pian), incluidos 460 000 casos infecciosos.

Dos países, el Ecuador y la India, en los que la enfermedad era endémica, notificaron la interrupción de la transmisión en 2003.

 

Clínica

Tiene un período de incubación de 3 a 5 semanas (rango desde 10 días a 12 semanas).

Tras el período de incubación se desarrolla la lesión cutánea inicial, denominada protopianoma que consiste en una o varias pápulas eritematosas e infiltrativas, que crecen rápidamente y forman una masa de aspecto frambuesiforme con exudado.

Esta lesión inicial cura espontáneamente dejando una cicatriz atrófica que puede persistir durante meses. Linfadenopatías regionales.

En una décima parte de todos los casos hay ausencia de la lesión primaria y el proceso se inicia con las lesiones secundarias, que son erupciones (pianomas) que se localizan preferentemente, y de forma bilateral y simétrica, en los orificios corporales, y que son micropapulares (liquenoides, firmes, rosadas) o macropapulares (sobreelevadas, con costras y exudados, y granulomatosas).

Es muy característica la afectación de la cara plantar de los pies, desarrollando queratoderma con fisuras dolorosas y proliferación papulomatosa. Linfadenopatías generalizadas.

Las manifestaciones terciarias (en pacientes no tratados) son: piánides (grupos de lesiones que se ulceran y se reabsorben dejando una lesión atrófica); nódulos subcutáneos o gomas, que se ulceran y penetran en los huesos largos y articulaciones, periostitis de huesos largos (tibia en sable) y polidactilitis; queratodermas plantar y palmar; exostosis de los huesos de la nariz y adyacentes, y mutilación o lesiones destructivas de la parte central de la cara (gangosa o rinofaringitis mutilante); la osteítis maxilar paranasal hipertrófica da lugar a la facies característica conocida por gundú. El SNC no resulta afectado.

Diagnóstico

En la práctica, el diagnóstico se basa principalmente en datos clínicos y epidemiológicos. La OMS publicó recientemente una guía clínica ilustrada para ayudar a los agentes de salud comunitarios a reconocer la enfermedad

– Serología de sífilis: Pruebas treponémicas y reagínicas positivas. Sin embargo, las pruebas rápidas no permiten distinguir entre el pian activo y las infecciones tratadas. Las nuevas pruebas rápidas no treponémicas y treponémicas para la detección de la sífilis realizadas sobre el terreno abren perspectivas de rápida confirmación del pian activo. Se están realizando estudios en Ghana, Papua Nueva Guinea, Islas Salomón y Vanuatu, con miras a evaluar esas nuevas pruebas.

– PCR: El análisis genómico mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) se puede utilizar para confirmar definitivamente el pian. La técnica del PCR también permite determinar la resistencia a la azitromicina a partir de muestras tomadas de las lesiones.

Tratamiento

Hay dos antibióticos para tratar el pian.

  • En un estudio publicado en The Lancet en 2012, se demostró que una dosis única de azitromicina resulta tan eficaz como la penicilina benzatina. La dosis de azitromicina para tratar el pian es de 30 mg/kg (máximo, 2 g). Gracias a la facilidad con que se puede administrar un medicamento por vía oral, en los programas de tratamiento a gran escala se puede capacitar a personal no profesional, como agentes sanitarios de aldea, voluntarios y otras personas, para que lo administren. Hoy por hoy, el tratamiento de primera línea del pian es la azitromicina.
  • La penicilina benzatina fue el pilar del tratamiento del pian hasta que se descubrió la eficacia de la dosis única de azitromicina en 2012. La dosis recomendada es de 1,2 millones de unidades (adultos) y 600 000 unidades (niños). Sin embargo, como hay que inyectarla, se debe recurrir a personal sanitario profesional y aplicar métodos de esterilidad, por lo que no favorece el tratamiento a gran escala. Aun así, la penicilina benzatina se sigue usando cuando no hay azitromicina o el paciente no puede ser tratado con esta.

 

Prevención y control

No hay vacuna contra el pian. La prevención exige interrumpir la transmisión mediante el diagnóstico temprano y el tratamiento en masa o focalizado de las poblaciones o comunidades afectadas. La educación sanitaria y el mejoramiento de la higiene personal son componentes esenciales de la prevención.

Deben establecerse programas sanitarios con la finalidad de localizar y tratar a las personas que están infectadas y a las que han estado en contacto con ellas. Mejorar acceso a servicios sanitarios. Fomentar la higiene personal. Eliminar los objetos contaminados. Evitar el contacto con el enfermo hasta que las lesiones hayan cicatrizado. La OMS recomienda el tratamiento de toda la población en zonas donde la prevalencia es mayor del 10%, tratar a los pacientes, contactos y menores de 15 años en caso de prevalencia del 5-10% y al enfermo y contactos estrechos si es menor del 5%.

Es una enfermedad de notificación obligatoria en determinados paises endémicos, clase 3.

El objetivo de la OMS para el 2020 es conseguir la erradicación de la enfermedad en los países endémicos.

Desde enero de 2012, cuando se publicó la hoja de ruta de la OMS para las enfermedades no transmisibles y un artículo en The Lancet sobre la eficacia de una única dosis de azitromicina, la Organización ha adoptado medidas para dar un renovado impulso a las actividades de erradicación.

El pian se puede erradicar, dado que el ser humano es el único reservorio. Mediante la cobertura de todas las poblaciones en riesgo, en el marco de programas de tratamiento a gran escala con azitromicina, la transmisión se interrumpirá y se eliminará la enfermedad en una zona dada.

El suministro de azitromicina en cantidades suficientes, la disponibilidad de una prueba de diagnóstico rápida, y la financiación suficiente son elementos esenciales para lograr el objetivo de erradicación fijado para 2020.

Bibliografía y documentación