Con la llegada de la pandemia, el río Cisadane de 138 kilómetros de longitud en Indonesia, se ha visto contaminado por desechos sanitarios (jeringas, mascarillas y equipos de protección personal)
A medida que el virus se propagaba por el país, los desechos médicos se acumulaban en el vertedero de Cipeucang en Tangerang, parte de la metrópolis en expansión de la capital, Yakarta.
El pasado mayo, las paredes del vertedero se derrumbaron, lanzando toneladas de basura directamente a las aguas del río
Indonesia produjo 1.480 toneladas de desechos médicos COVID-19 de marzo a junio. La mayoría de las instalaciones de salud del país, incluidos los hospitales, dependen actualmente de terceros para incinerar sus desechos.
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Foto: Sersan Mayor Kururu