En los últimos años, se ha analizado el papel de distintos animales como posibles reservorios de Leishmania infantum, el protozoo causal de la leishmaniosis visceral en humanos y en perros, detectansodo su presencia en varias especies de carnívoros, siendo zorros y lobos las especies más estudiadas; también se ha descrito en liebres y conejos.
Varios estudios han destacado el papel de los murciélagos como huéspedes adecuados para las especies de Leishmania (L. braziliensis, L. major, L. mexicana y L. tropica) en América del Sur y Central y en África, pero no se ha reportado infección natural por Leishmania spp. en Chiroptera.
Ahora un estudio, analizó en la Comunidad de Madrid (España) muestras de bazo, pelo y sangre de murciélagos para detectar ADN de L. infantum. Detectando material genético de L. infantum en un 59,2% de los murciélagos estudiados (16/27), siendo el bazo el sitio de mayor frecuencia de detección, dando resultados positivos en 14/16 (87,5% de sensibilidad), seguidos del pelo (7/16) y la sangre (6/16). En dos animales, las muestras de los tres sitios anatómicos dieron positivas (7,4% del total de animales), mientras que en cuatro animales las muestras de bazo y pelo dieron positivas (14,8%), en un animal las muestras de sangre y pelo dieron positivas (3,7%), y en otro sólo la muestra de sangre resultó positiva (3,7%).
Se trata del primer informe que detecta L. infantum en murciélagos urbanos comunes (Pipistrellus pipistrellus) en Europa.