Se calcula que cada año mueren en Venezuela unas 60 personas por envenenamiento por mordedura de serpientes.
El riesgo de sufrir este tipo de accidentes aumenta cuando se inicia la temporada de lluvias (mayo-noviembre).
Existe una llamativa falta de inversión y de capacidad de distribución de suero antiofídico en el país. Con el riesgo asociado para la salud de las personas que sufren una mordedura. Una persona puede recorrer tres estados en busca de suero y muere en el intento o es amputada, porque 90% de las personas a las que muerde una serpiente son de escasos recursos.
En la actualidad, solo el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV) produce un tipo de suero antiofídico, y no cuenta con presupuesto suficiente para mantener la producción y distribución. Hay tres proyectos para la creación de suero antiofídico, sin embargo todos están detenidos por falta de presupuesto (uno en la Universidad de Oriente para hacer suero coral, otro comenzó en 2006 en el Parque Tecnológico de la Universidad del Zulia y un tercero en la Facultad de Ciencias de la Universidad de los Andes).
Los sueros antiofídicos deberían encontrarse en los hospitales generales de las principales ciudades del país, pero lamentablemente la mayoría no tiene y los afectados además de tardar mucho en alcanzar estos sitios, pues por lo general vienen de zonas muy apartadas de las ciudades, no los encuentran disponibles. No hay distribución adecuada del suero. Es el Ministerio del Poder Popular para la Salud el que se encarga del reparto para que llegue a todos los hospitales generales.
Según expertos, sería fundamental que los sueros antiofídicos se encontrasen al menos en los estados Barinas (2.100 mordeduras/año) y Zulia, (1.700 mordeduras/año).
Recientemente se notificaron 2 muertes en el estado Zulia. Solo durante la cuarentena debida a la COVID-19 se registraron 45 casos en Zulia y más de 70 entre el Occidente y los Andes venezolanos.
Problema mundial
La escasez de suero antiofídico es un problema de salud mundial y que en el año 2011 la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta declarando las mordeduras de serpientes como un problema de salud pública, que cobra la vida de 150.000 personas al año y pone en riesgo a otras 400.000, que son amputadas o pasan a tienen que ser dializadas. La razón de su escasa producción es el alto coste de producirlo.
En Venezuela las especies que causan más accidentes ofídicos son la manapare (Bothrops atrox), responsable de 85% de los casos, seguida de la serpiente de cascabel (Crotalus durissus) con 12%, las corales (Micrurus sp.) con 2%, y la conocida como cuaima piña (Lachesis muta) con 1%.
En la UCV solo se produce suero antiofídico para la mapanare y los demás deben ser importados. Solo algunos países como Brasil o Costa Rica producen de forma regular los sueros antiofídicos.