Una gran tormenta afectó el 22 de agosto de 2019 los montes Tatras. Una cordillera fronteriza entre Polonia y Eslovaquia. La tormenta acompañada de un potente aparato eléctrico descargó sobre los numerosos turistas que visitaban el macizo, provocando víctimas y generando el pánico colectivo.
Autoridades locales organizaron una gran operación de rescate, en la que tomaron parte más de 180 personas. Aunque no pudieron evitar la muerte de cinco personas: dos adultos y dos niños en el lado polaco y otra persona en el lado eslovaco. Asimismo, se registraron más de 150 heridos y podría haber todavía entre 9 y 16 personas desaparecidas.
La peor situación se dio en el Giewont, un pico de 1.895 metros. La enorme cruz metálica de 15 metros erigida en su cumbre en 1901 –destino de peregrinaciones religiosas– ejerció de reclamo para un rayo que provocó la muerte de los dos adultos y dos niños. La descarga eléctrica se transmitió a través de las cadenas instaladas como equipamiento fijo para ayudar a ascender hasta la cima, provocando heridas por quemaduras a un grupo de al menos otras 80 personas. Además varias personas se despeñaron por el agreste lado norte del Giewont.