Julio 2019. La malaria multirresistente se extiende por Vietnam, Laos y partes de Tailandia

Investigadores del Instituto Wellcome Sanger, de la Universidad de Oxford y de la Universidad de Mahidol, en Bangkok han publicado en un reciente estudio que la resistencia de la malaria a dos medicamentos antipalúdicos de primera línea se ha extendido rápidamente desde Camboya a los países vecinos del sudeste asiático (subregión del Gran Mekong)

Una variedad de malaria resistente a múltiples medicamentos está reemplazando a las poblaciones locales de parásitos en Vietnam, Laos y el noreste de Tailandia. Además esta cepa resistente habría adquirido cambios genéticos, que podrían hacerla aún más resistente (ha adquirido nuevas mutaciones en el gen transportador de resistencia a la cloroquina -crt-).

El estudio publicado en The Lancet Infectious Diseases, revela la importancia de la vigilancia genómica en curso en las estrategias de salud pública para el control de la malaria. Los esfuerzos globales para eliminar la enfermedad podrían verse amenazados por los retrasos en la detección y en la propagación de las resistencias.

Durante la última década, el tratamiento de primera línea para la malaria en muchas áreas de Asia ha sido una combinación de dos potentes medicamentos antimaláricos, dihidroartemisinina y la piperaquina, (DHA-PPQ). Estudios anteriores identificaron una cepa de malaria que se había vuelto resistente a este tratamiento. Los investigadores encontraron que esta cepa resistente, llamada KEL1 / PLA1 debido a su combinación de mutaciones genéticas que causan resistencia, se había extendido por todo Camboya  entre 2007 y 2013.

El estudio secuenció el ADN de 1,673 parásitos de Plasmodium falciparum, extraídos de la sangre de pacientes con malaria entre 2008 y 2018. El análisis se centró en los genes KEL1 y PLA1 y reveló que la situación había empeorado mucho después de 2013. Los parásitos KEL1 / PLA1 resistentes a múltiples fármacos se habían propagado a países limítrofes reemplazando a los parásitos sensibles al tratamiento. En algunas regiones representaban más del 80% de los parásitos analizados. Es probable que haya contribuído a su diseminación que el DHA-PPQ fue el tratamiento de primera línea en la mayoría de estas áreas, lo que seleccionó estas cepas de malaria.

La velocidad con la que estos parásitos resistentes se han propagado en el sudeste asiático es preocupante. Aunque existen otros medicamentos que pueden ser efectivos para el tratamiento, la situación es delicada. Siendo preciso tomar medidas urgentes para eliminar los parásitos en la región para evitar su propagación y que sigan evolucionando.

El estudio demuestra la importancia de utilizar la genética en la vigilancia epidemiológica para detectar patrones de resistencia en cada área. De vital importancia para informar a los programas nacionales de control de la malaria, y para ayudar a reducir el riesgo de un brote mundial importante.

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