Las personas que viajan a sus países de nacimiento a visitar a los amigos o parientes (conocidos como VFRs) son los viajeros más afectados, y por mucho, por las infecciones relacionadas con el viaje.
Esta circunstancia se ha atribuido a: viajes a destinos con mayor riesgo, estancias más prolongadas, pero también se debe en muchos países a que la mayoría de los servicios de salud del viajero no tienen financiación pública que permitan realizar una consulta previaje sin sobrecoste.
Ahora, un estudio realizado en Canadá en este tipo de viajeros, con objeto de ayudar a identificar políticas para reducir esta desigualdad, ha medido los costes médicos (en dólares canadienses con la cotización del 2015) de 3 enfermedades infecciosas relacionadas con el viaje (hepatitis A, malaria y fiebres de origen entérico –fiebre tifoidea y paratifoidea-) durante un período de 3 años (2012-2014) en Die, Ontario, Canadá. Una región con gran diversidad cultural (1.4 millones de habitantes en el que aproximadamente el 50% han nacido fuera del país)
En total, se reclutaron 318 casos/pacientes. A cada uno se le asignó 2 controles (Utilizados para determinar los costes médicos de referencia para poder calcular los costos atribuibles al viaje).
La mayoría de los gastos correspondió a pacientes que requirieron hospitalización. El gasto directo en salud ascendió a $2,058,196; el costo promedio atribuible por caso fue de $6,098 (IC del 95%: $5,328 a $6,868) pero varió según la enfermedad (rango de $4,558 a $7,852). Los mayores costes correspondieron a los casos de fiebre entérica.
Con estos resultados, el estudio concluye que deberían ser evaluadas las políticas que abordan las barreras financieras en los servicios de salud de consejo al viajero en grupos de alto riesgo.
Las consultas de salud antes del viaje brindan la oportunidad de intervenir y reducir las infecciones relacionadas con el viaje como la hepatitis A, malaria o fiebres de origen entérico.
