La provincia angoleña de Lunda Sul está sufriendo un brote de sarampión. El Hospital Municipal de Saurimo registró en 24 horas cuatro muertes por la enfermedad y 109 casos probables.
Autoridades sanitarias han iniciado una campaña de vacunación a la población en Saurimo con 25.000 dosis y una comisión integrada por 30 médicos (Pediatras, oftalmólogos y de medicina interna) encargada de la formación de vacunadores que tratará de inmunizar a más de 80.000 niños, de entre 0 y 5 años de edad en la provincia.
Desde el inicio del brote, en marzo del 2019, las autoridades han notificado 58 muertes y 1.658 casos. Se ha reforzado el suministro de medicamentos y vacunas, particularmente en el municipio de Muconda, situado a 180 kilómetros de la ciudad de Saurimo.
Además 123 activistas y efectivos de las Fuerzas Armadas Angoleñas, del Ministerio del Interior y voluntarios adscritos a iglesias y al sector educativo participan en el programa de vacunación puerta a puerta. Las medidas redujeron el número de muertes de siete a dos diarias.
Al parecer el primer afectado por la enfermedad (paciente cero) se registró en el municipio de Luau, en la provincia de Moxico. Donde la situación parece más controlada por la vigilancia epidemiológica establecida.
Angola tiene un deficiente sistema sanitario, tanto por la falta de personal calificado como por la escasez de medicamentos e infraestructuras. A lo que hay que sumar que las familias lleven primero a los pacientes a iglesias o a la medicina tradicional, y luego, cuando su estado es ya crítico a los hospitales y el elevado número de pacientes con VIH/sida.