El virus Nipah es considerado un patógeno emergente con capacidad de causar epidemias importantes si evolucionase su capacidad de transmisión a humanos. Se trata de paramixovirus transmitido por murciélagos que se encuentra en todo el sur y sureste de Asia.
La infección en humanos causa enfermedades respiratorias y neurológicas graves con una alta mortalidad. De momento no hay tratamientos específicos o vacunas eficaces frente al virus.
La única forma de controlar los brotes causados por el virus Nipah es realizando intervenciones para limitar su propagación. Sin embargo, los mecanismos de transmisión siguen siendo poco conocidos.
Un reciente estudio publicado en The New Englang Journal of Medicine evaluó las características de todas las infecciones y sus contactos en los últimos 14 años en Bangladesh, el país que reporta mayor número de casos (se identificaron más de 2.000).
Los datos del estudio reflejan que los adultos con síntomas respiratorios transmitían más la enfermedad. La exposición a fluidos corporales, incluidas las secreciones respiratorias, aumentan las probabilidades de infección. Por lo que el aislamiento respiratorio de los casos podría ser una intervención eficaz en el control.
El estudio mostró que las parejas de los casos y los contactos más cercanos con una larga exposición (a menudo los cuidadores) presentaban más probabilidades de infectarse y, por lo tanto, deben ser un foco de las medidas de protección. El riesgo de transmisión del virus Nipah depende tanto de las características del caso, como de la edad o del tipo de síntomas.
No obstante, siguen existiendo lagunas en la comprensión de la transmisión de persona a persona del virus