No es ninguna broma. Los cocos pueden caer encima de nosotros de forma seca y contundente causando lesiones graves en hombros, cuello y cabeza. Potencialmente pueden ser fatales.
Un coco maduro con su cáscara -cuando está aún en la palmera- puede llegar superar los dos kilos de peso ya que su interior se encuentra lleno de agua. Si tenemos en cuenta que las palmeras pueden llegar a tener 30 metros de altura (el equivalente a la altura de un edificio de 8 plantas), esta fruta podría alcanzar una velocidad de 85 Km/h. al caer sobre nosotros. Fuerza suficiente para hacernos daño al alcanzar el suelo .
Aún no existen estadísticas fiables sobre este tipo de accidentes, pero teniendo en cuenta que millones de personas en el planeta viven al alrededor de palmeras, la cifra podría ser elevada.
Una nota histórica: Los cocos también jugaron una función letal en el Pacífico Sur durante la Segunda Guerra Mundial. Según relatos publicados entonces, las fuerzas japonesas convertían en arma a la fruta tropical convirtiéndolas en «bombas de coco» rellenas con ácido y una granada de mano. |