Los médicos de la leprosería de Amsterdam de Ferdinand Bol

PintorFerdinand Bol. 1616-1680. Escuela holandesa.
Título: “Los médicos de la leprosería de Amsterdam ”. 1649. Rijksmuseum, Amsterdam.
Características: Óleo sobre lienzo. Dimensiones 224 x 310 cm.

Posiblemente, la aportación más importante de la pintura holandesa del siglo XVII fue una nueva concepción del retrato en grupo. Este género tuvo una gran aceptación debido a la creación de compañías de milicianos, especies de cuerpos de elites urbanas, que proliferaron durante este periodo. Estas compañías se reunían en caso de necesidad, y encargaban estos retratos de grupo para decorar sus lugares de reunión. Pero, el retrato de grupo también abarcó otros campos de la vida social y académica. El principal ejemplo lo tenemos en la “Lección de anatomía del profesor Tulp” de Rembrandt en donde los personajes se sitúan alrededor de un cadáver, que está siendo diseccionado, mostrando varias poses y gestos que se traducen en una diferente actitud ante la disertación del maestro.

april_10_02.JPGEn este sentido, Ferdinand Bol, discípulo de Rembrandt, retrató en 1647 una consulta de médicos en la leprosería de Ámsterdam. La escena nos muestra a los médicos, ataviados con los trajes típicos de la época, que dirigen la mirada hacia su izquierda para contemplar a un niño con una gruesa placa gris y blanquecina que le recubre por completo el cuero cabelludo (figura 1). El cuadro clínico compatible con esta imagen es una tiña favosa o favus, que suele estar producido por Trichophyton schoenleinii, aunque otras especies como también pueden estar implicadas en esta infección.

Generalmente, el cuadro clínico con el que suele cursar la tiña favosa es similar a las tiñas producidas por otros dermatofitos. Hay eritema, inflamación y alopecia, pero en el favus además se produce la formación de una costra inflamatoria, conocida como escútula, que esta originada por neutrófilos y un exudado seroso, y que se extiende por todo el cuero cabelludo dando un aspecto característico y un olor muy desagradable. Además, en la tiña favosa es frecuente la aparición de alopecia cicatricial y la infección pude cronificar, persistiendo durante la vida adulta.

Como también se puede apreciar en el lienzo, la presencia de signos de tiña en la población infantil lleva a la conclusión de que esos niños eran aislados en las leproserías. En una época en la que no se conocía con exactitud este tipo de patologías, todos aquellos afectados de infecciones dermatológicas más o menos llamativas eran recluidos en estos lugar, posiblemente, con la intención de evitar el contagio y la diseminación de la enfermedad al resto de la población.

Por el Dr. Alberto Ortiz