San Genaro libera a Nápoles de la peste de Luca Giordano

PintorLuca Giordano. 1634-1705. Escuela Italiana.
Título: “ San Genaro libera a Nápoles de la peste ”. Palacio Real de Nápoles.
Características: Óleo sobre lienzo. Dimensiones: 400 x 315 cm.

Perteneciente a la floreciente pintura napolitana del siglo XVII, Luca Giordano es considerado una de las figuras más destacadas de la última etapa del barroco meridional italiano. Pasó la mayor parte de su vida en su Nápoles natal donde adquirió gran fama como pintor por la rapidez con la ejecutaba sus trabajos, ganándose el sobrenombre de Fa Presto. Su ingente producción se puede dividir principalmente en escenas mitológicas y religiosas, y su estilo se caracterizó principalmente por la realización composiciones complejas, con una marcado dinamismo de las figuras y un predominio de los colores ocre y azul.

Todos estos elementos pictóricos se pueden advertir en el lienzo pintado hacia 1695, que hace referencia a una de las muchas plagas que asolaron la ciudad de Nápoles durante los siglos XVI y XVII, y que ocasionaron una considerable disminución de su población. El esquema compositivo de la imagen es el típico de esta clase de representaciones, mostrándonos dos partes bien diferenciadas. Por un lado, una parte terrenal, que suele coincidir con la zona inferior del cuadro, donde se observan los estragos causados por la epidemia entre la población. Los cuerpos muertos apilados, el sufrimiento de los afectados, y la terrible desesperación de los supervivientes que se afanan en ayudar a los enfermos. En la zona superior, la parte celestial, donde la divinidad acude en ayuda de la población afectada, bajo la intercesión de algún santo que ruega por el fin de la epidemia. En esta ocasión se trata de San Genaro, patrón de la ciudad de Nápoles, que se presenta como el vínculo entre el pueblo y la divinidad, estableciendo de esta forma un punto de confluencia entre ambas partes, y otorgando un sentido unitario a la composición.

Por otro lado, la parte celestial viene representada por la figura de Jesús con la cruz a cuestas, imagen que mueve a la compasión y resalta su poder a través del perdón, ya que no se quiere transmitir la idea de un Cristo vengativo e implacable con los pecados y las faltas humanas. El fin de la plaga viene de la mano del ángel que envaina su espada y pone así fin al sufrimiento de la ciudad. Es la personificación de la peste, que cesa ante las rogativas de la Virgen y san Genaro, figuras que aún no poseyendo las virtudes requeridas para acabar con la epidemia, sí ejercen una acción persuasiva y de oposición al castigo.

Con estas alegorías se pone de manifiesto, que de la misma manera que Dios envía la enfermedad como resultado del pecado, igualmente hace posible la curación, cuando la fe prevalece de nuevo. El sufrimiento que muestra la población es la penitencia que debe realizar para conseguir el perdón y la piedad de la divinidad, y con ella el fin de la epidemia.

Por el Dr. Alberto Ortiz