Fernando II de Medici de Joost Susterman

PintorJoost Susterman. 1597-1681. Escuela flamenca
Título: “ Fernando II de Medici”. 1626. Galería Palatina (Palacio Pitti), Florencia.
Características: Dimensiones: 43 x 33 cm. Óleo sobre lienzo.

El estilo gótico predominó en toda Europa Central hasta bien entrado el siglo XV, momento en el que sus modelos rígidos e inexpresivos fueron en gran medida dulcificados por la nueva corriente renacentista que, oriunda de Italia, se fue imponiendo poco a poco en el resto del continente. En Alemania, un destacado exponente de esta transición fue el bávaro Hans Holbein, apodado el viejo para diferenciarlo de su hijo, y cuyo primitivo estilo influído por el realismo, el detallismo, y un dibujo preciso y colorista, heredado de la miniatura gótica, fue evolucionando hacia una representación cada vez más delicada y amable de las figuras. Sin embargo, en su contra cabe decir que esta idealización restaba espontaneidad a sus composiciones, al mismo tiempo que carecía de la profundidad psicológica y de la rotundidad de los modelos representados, rasgos típicos del Renacimiento.

A partir del siglo XVI, el cataclismo cultural que supuso la llegada del estilo renacentista colocó a Italia en el epicentro artístico de toda Europa. Multitud de pintores, escultores y arquitectos realizaban su correspondiente viaje de estudios a la península italiana para conocer las nuevas tendencias artísticas que se estaban desarrollando. Surge entonces un nuevo mecenazgo, basado en el poder de las familias nobles que gobernaban las diferentes ciudades estados, que junto a una Iglesia más orientada hacia una concepción religiosa centrada en el humanismo cristiano, y a un marcado florecimiento económico, hizo posible este éxodo de artistas.

Muchos de ellos, tras adquirir los conocimientos y habilidades necesarias, regresaron a sus lugares de origen, si bien otros permanecieron en Italia, montando su propio taller y bajo el amparo de algún poderoso benefactor que le aseguraba numerosos encargos. Esta última opción fue el caso del pintor flamenco Joost Sustermans, cuya principal actividad creativa se debe a los trabajos como retratista que realizó para la Casa Medici en Florencia, a donde llegó a comienzos del siglo XVII, y en la que permaneció a su servicio el resto de su vida.

Uno de sus retratos más famosos fue el del futuro Gran Duque de Toscana, Fernando II, cuando contaba con la edad de dieciséis años, y que fue encargado por su madre, en aquel momento regente del gobierno, ante la minoría de edad del heredero al trono ducal. El retrato tiene especial relevancia en el mundo de la pintura, no tanto por su calidad pictórica, sino por el hecho que se refleja en el rostro del personaje los síntomas de una viruela. Esta infección está causada por un virus perteneciente a la familia Poxviridae, y la especie humana es el único hospedador natural.

El virus se transmite entre personas mediante la inhalación de gotitas respiratorias procedente de una persona infectada, y también por contacto directo con fluidos corporales infectados. La enfermedad cursa con un período de incubación de una o dos semanas, tras el cual el individuo afectado desarrolla fiebre, dolor de espalda, cefalea y otros síntomas gripales. A los tres días, se produce un exantema maculopapular con la aparición de vesículas que se distribuyen por todo el cuerpo. Como se puede observar en el retratado, todo el rostro está cubierto de estas vesículas, hasta el punto de impedirle abrir los ojos. Es justo en este momento es cuando existe una mayor riesgo de contagio. En la viruela, también es característico que el exantema afecte a la mucosidad orofaríngea, ocasionando dificultad para respirar, razón por la que el modelo aparece con la boca abierta en el retrato, algo que en aquel momento era considerado indecoroso desde un punto de vista artístico.

Ante esta pintura habría que hacerse la siguiente pregunta: ¿por qué se consintió la realización de este retrato en estas circunstancias? Normalmente, a los príncipes se les mostraba rodeados de emblemas de poder o símbolos iconográficos que aludieran a su grandeza, y a la magnanimidad de su gobierno. El retrato, tenía un sentido puramente propagandístico, mostrando al retratado en todo su esplendor e identificándole con las más altas virtudes y cualidades que habrían de prefigurar y adelantar las altas cimas y la gloria a las que estaba predestinado. En este sentido, la única razón para realizar un cuadro en estas circunstancias, debe ser entendido como singular un interés por los asuntos médicos, ya que un gobernante con viruela, o cualquier otra enfermedad, se podría interpretar como una persona débil. Una explicación más probable sería la de ilustrar las dificultades y obstáculos a los que una persona se ha de enfrentar y superar, antes de llegar a una posición de dominio y poder. En cualquier caso, y sin conocer con exactitud, las motivaciones para la realización de la pintura, es muy sorprendente y extremadamente raro encontrar un retrato con semejantes características.

Fernando II de Medici, logró sobrevivir a la viruela y convertirse en el gobernante de la Toscana, cuando alcanzó la mayoría de edad. Por el contrario, la viruela sería objeto de un intenso estudio para conseguir su eliminación en dos fases: la primera, gracias al descubrimiento de la vacuna por Eduard Jenner a finales del siglo XVIII, y la segunda, llevada a cabo por la OMS que logró su erradicación en 1979, tras una intensa campaña de vacunación.

Por el Dr. Alberto Ortiz