Corral de granja de Jan Siberechts

PintorJan Siberechts. 1627-1703. Escuela flamenca.
Título: “ Corral de granja”. 1662. Museo de Bellas Artes, Bruselas.
Características: Dimensiones 123 X 189 cm. Óleo sobre lienzo.

Durante el barroco, la pintura de género flamenca se dedicó a representar la realidad con un predominio del deseo de agradar, tanto por el empleo del colorido como por la gracia de las imágenes reflejadas, independientemente de la significación religiosa o política que impregnó los diferentes estratos de la sociedad. En el plano costumbrista, el pintor natural de Amberes, Jan Siberechts, será un distinguido heredero de una tradición que comenzó a ser muy popular en el siglo XVI con Pieter Bruegel “El Viejo”, y que continuó posteriormente, en el siglo XVII, con David Teniers, como uno de sus más destacados exponentes. Pero a diferencia de sus predecesores, Siberechts dio un enfoque diferente a estas escenas de género y paisajes, en cuya composición se interesó principalmente por la representación de la vida campestre natural y sencilla, enmarcada en el contexto de un entorno apacible.

Este rasgo diferencial con respecto a otras pinturas de género, se puede contemplar en este cuadro donde un grupo de granjeros están realizando las tareas propias de su oficio.

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Figura 1

De la imagen se podría concluir que el trabajo en el caserío está bien organizado; los hombres, incluido el adolescente que sale del pesebre con un rastrillo en su mano, se dedican a los trabajos más arduos y penosos, mientras que las mujeres, aunque también ayudan en la labores de la granja, se centran principalmente en los quehaceres domésticos como llevar la cesta con ropa para su lavado o el cuidado de los niños. En este sentido, destaca la mujer sentada de frente al espectador despiojando a una niña (figura 1). Viéndola absolutamente concentrada en la búsqueda de parásitos, mirando y hurgando en todas las partes del cuero cabelludo, se podría deducir que la mujer ya ha realizado esta tarea con anterioridad, y está acostumbrada a hacerla. Además, nos da una idea de la alta frecuencia de infestación de piojos y otros ectoparásitos entre los niños.

El tono contenido y sobrio con el que se representa el trabajo en de granja, el ambiente bucólico, casi poético, y la naturalidad del despiojamiento, deja bien claro lo habitual que debían ser este tipo de prácticas. Como se puede contemplar en la pintura, la observación de esta realidad cotidiana llevó a los maestros a representar aquello que realmente existe, dejando testimonio gráfico de los hechos y costumbres de la sociedad del momento.

Por el Dr. Alberto Ortiz