El brote notificado de fiebre tifoidea ampliamente resistente a antimicrobianos (XDR) en Pakistán ha elevado los niveles de alerta a viajeros a este país. Con la necesidad de extremar los cuidados en relación con el consumo de agua y alimentos así como de vacunación frente a la enfermedad.
La cepa de Salmonella Typhi aislada en Pakistán no responde a muchos antimicrobianos.
Hasta hace unos años se consideraban antimicrobianos de elección los derivados de la penicilina, de las quinolonas o las cefalosporinas. Sin embargo la aparición de patrones de resistencia a estos tratamientos tanto de primera línea (ampicilina, cloranfenicol y trimetoprim-sulfametoxazol) como de segunda línea también (fluoroquinolonas) ha hecho que la ceftriaxona (cefalosporina de 3ª generación) se considere el tratamiento empírico de elección para pacientes con fiebre tifoidea.
Sin embargo, ahora la emergencia de esta cepa que también es resistente a la ceftriaxona (XDR) complica en gran manera el manejo de la enfermedad, limitando mucho las opciones terapéuticas. Esta cepa sigue siendo susceptible a la azitromicina y carbapenems.
La azitromicina es efectiva y debe utilizarse en cuadros clínicos no complicados (diarrea o bacteriemia sin complicaciones secundarias) que hayan viajado a Pakistán. Por su parte los carbapenems se deben utilizar en pacientes con sospecha de fiebre tifoidea grave o complicada.
Datos del Instituto Nacional de Salud en Islamabad de los últimos meses confirman unos 2000 casos de Salmonella Typhi (XDR) en Pakistán. Lo que representa el primer brote conocido de esta cepa multirresistente a nivel mundial.
A pesar de la disponibilidad de antimicrobianos efectivos frente a la enfermedad, alrededor de 200.000 personas mueren cada año por falta de tratamiento (la tasa de supervivencia con tratamiento es del 99%).