Un artículo recientemente publicado en ‘Plos Pathogens’ sugiere que todas las enfermedades infecciosas tendrían un componente estacional. El trabajo recopiló información de la OMS, CDC y diversas publicaciones especializadas para crear un calendario de epidemias para 69 enfermedades infecciosas diferentes.
Sirvan de ejemplo algunos clásicos como los brotes de gripe en invierno, u otros menos conocidos como la varicela en primavera y gonorrea y polio en verano. La estacionalidad se produce no solo en enfermedades infecciosas agudas sino también en patologías infecciosas crónicas como la Hepatitis B, que, según la geografía, se manifiesta con mayor regularidad en ciertas épocas del año. Incluso el VIH/SIDA parece tener un elemento estacional, que se cree relacionado con cambios estacionales en la desnutrición en entornos agrícolas.
Los factores principales relacionados con la estacionalidad son cuatro: 1) Ambientales como la temperatura y la humedad -Ej: enfermedades transmitidas por mosquitos- 2) Comportamientos de agrupación -Ej: Sarampión- 3) Factores ecológicos -Ej: El agente causal del cólera, pueden mantenerse en el agua con gran concenteración de algas- o 4) Los ritmos biológicos estacionales (¿Podría la melatonina desempeñar un papel clave en la modulación de nuestro sistema inmunológico?) [Leer más]