Volar y bucear

Aunque queramos aprovechar al máximo nuestras vacaciones buceando hasta el último día, o bien alternar buceo con turismo local en zonas donde la altitud pueda resultar arriesgada, no debemos olvidarnos nunca de ser muy prudentes y tener, ante todo, los pies en la tierra o, mejor dicho, en la orilla del mar, y dejar que pasen suficientes horas para que nuestro organismo vaya normalizando su concentración de nitrógeno disuelto.

Enfermedad descompresiva

Supone la aparición de burbujas de nitrógeno en los tejidos al disminuir la presión ambiente a la que se encuentra nuestro organismo. Existen múltiples factores que pueden favorecer su aparición, entre ellos se encuentran los viajes en avión después de bucear.

Algunas recomendaciones para buceadores

– Si se realizan inmersiones simples, no es aconsejable ascender a cotas altas en un intervalo mínimo de 12 horas.

– Si se realizan inmersiones múltiples diariamente durante días sucesivos, o buceos que requieran descompresión, se debe esperar un intervalo de tiempo aún mayor, por lo general 24 horas.

Síntomas

Los dolores articulares leves son un síntoma característico de la enfermedad descompresiva. Suelen desaparecer si se desciende a una altitud menor porque al aumentar la presión atmosférica, disminuyen o desaparecen las burbujas de nitrógeno causantes del problema.

En cualquier caso, ante cualquiera de los síntomas de descompresión, sea cual sean los motivos de su aparición, el tratamiento más adecuado es la recompresión en una cámara hiperbárica. 

Traslado aéreo de buceadores con enfermedad descompresiva

Puesto que la disminución de la presión atmosférica empeoraría el estado de los accidentados al aumentar el tamaño de las burbujas embolizantes. En este tipo de rescates (por lo general en helicóptero) es imprescindible la realización de un vuelo rasante a una altitud máxima de 200 metros para que la disminución de presión atmosférica sea poco importante y el ataque descompresivo no se agrave más aún como consecuencia de los efectos de la altitud.

La prevención y el tratamiento de la descompresión y sus posibles efectos deben tomarse muy en serio, puesto que episodios aparentemente triviales pueden generar situaciones muy peligrosas.