Hasta el 24 de junio de 2018 las mujeres no estaban autorizadas a conducir un vehículo en Arabia Saudita, y solamente podían viajar en automóvil si estaban acompañadas por su marido, por un familiar o por un conductor de sexo masculino. En el país han empezado a funcionar autoescuelas solo para mujeres. Para poder ir cada día a su trabajo, las saudíes necesitaban un chófer. Eso significaba gastar entre 800 y 3.000 ríales (entre 180 y 475 euros) al mes, dependiendo de la ciudad, los horarios y si comparten o no el vehículo. A muchas eso supone la mitad de su sueldo.
A pesar de que la preparación de las mujeres es de media superior a la de los hombres, aún queda mucho por recorrer. El país necesita modernizar su sociedad y recortar la influencia del clero (bastión de las posturas más conservadoras, pero también fuente de legitimidad de la monarquía). Entre los objetivos del programa Visión 2030 se encuentra lograr que para ese año las saudíes sean el 30% de la fuerza laboral (frente al 10% actual).
