Exóstosis. Oído de surfista

¿Qué es?

Estar en contacto continuo con agua y viento frío puede producir un crecimiento anormal de hueso en el conducto auditivo externo.

Esta afección suele afectar a surfistas, principalmente aquellos que surfean en aguas frías. Sin embargo esta patología no solo afecta a surfistas, la pueden padecer también aquellas personas que practican esquí, kayak, navegación, submarinismo o cualquier deporte en el que los oídos estén en contacto con agua y vientos fríos.

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¿Qué provoca la exóstosis?

La exóstosis no es necesariamente peligrosa en sí misma, pero al estrecharse el conducto auditivo se dificulta el drenaje de agua, cerumen y demás residuos que pueden introducirse en el conducto auditivo, lo que favorece las infecciones de oído recurrente y doloroso. Tener frecuentes infecciones de oído puede llegar a producir pérdida de audición. Si no se sigue el tratamiento, el crecimiento óseo puede llegar a evolucionar hasta obstruir por completo el conducto auditivo.

En ocasiones, esta patología acaba en cirugía. Hay dos tipos de técnicas para poder extraer el hueso. Una de ellas consiste en realizar una pequeña incisión detrás del oído y extirpar la excrecencia de hueso mediante una fresa quirúrgica, mientras que la segunda técnica consiste en extraer el hueso introduciendo la fresa directamente al interior del conducto auditivo. Tras la cirugía el paciente deberá evitar estar en contacto con agua fría o viento de 2 a 6 semanas.

El uso generalizado del traje de neopreno ha permitido al surfista estar en aguas muy frías, por tanto, proteger los oídos es fundamental. Se suelen utilizar tapones, gorros y equipos específicos para ello.

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