En el año 2015 fueron asaltados en México unos 3.000 autobuses, apedreados 2.732 y tomados ilegalmente 1.589. Sólo en el Valle de Toluca, uno 600 transportes cayeron a manos del crimen organizado.
La percepción de inseguridad de los viajeros ha aumentado. Se debe viajar con el dinero mínimo y sin objetos de valor. Algunos pasajeros pueden ir armados dado que la gente se siente desamparada y harta de ser víctima. En ausencia de autoridad, han aparecido figuras de justicieros vengadores que generan simpatía entre los ciudadanos; dado que son percibidos como alguien que les defiende
