El Barón Jean Louis Alibert practicando la vacunación contra la viruela en el Castillo de Liancourt de Constant-Joseph Desbordes.

PintorConstant-Joseph Desbordes. 1761-1827. Escuela francesa.
Título: “El Barón Jean Louis Alibert practicando la vacunación contra la viruela en el Castillo de Liancourt ”. 1820. Museo de Asistencia Pública. Hospital de París.
Características: Óleo sobre lienzo.

Poco se conoce de la vida de Constant Desbordes, excepto que estuvo activo a principios del siglo XIX. Su estilo se dispone entre el neoclasicismo de finales del siglo XVIII y el romanticismo académico que se impondría posteriormente. A este último estilo pertenece este cuadro, ubicándose la escena en el interior de un hogar de familia económicamente pudiente a donde un médico ha ido a realizar la vacunación de los niños de la casa.

La vacunación sería una práctica muy común tras la publicación de los trabajos de investigación sobre la viruela desarrollados por el médico Edward Jenner en 1796. Concretamente, estos descubrimientos fueron fruto de una serie de observaciones sobre los trabajadores de las granjas. Jenner se percató de que los granjeros, que estaban en contacto con las vacas desarrollaban la denominada viruela vacuna, enfermedad que cursa con un rash cutáneo y cuyas manifestaciones clínicas son más leves que las producidas por la viruela humana. Además, al haber sufrido esta enfermedad propia de los animales, estos trabajadores no sufrían posteriormente la viruela humana.

A partir de estas observaciones, Jenner desarrolló un método para conseguir la inmunización frente a la viruela. El sistema consistía en realizar una incisión, preferentemente en los brazos, e inocular suero tomado de una pústula de viruela

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Figura 1

vacuna (Figura 1). La persona vacunada desarrollaba los síntomas de esta enfermedad, pero quedaba inmunizado para la viruela humana. Después de la publicación de estos hallazgos, éstos fueron cogidos con cierta cautela por parte de las sociedades de medicina, pero, posteriormente, alcanzó una gran aceptación entre los médicos y cirujanos, alcanzando una notable aceptación en Europa y en las colonias americanas.

El cuadro de Constant Desbordes es un documento gráfico del desarrollo y aplicación de la vacuna a comienzos del siglo XIX. La pintura pone de relieve como, ante la atenta mirada del personal y familiares de la casa, son los niños el objeto de la inmunización, ya que todavía no han estado en contacto con el virus de la viruela y en consecuencia no han desarrollado la enfermedad. El pintor no sólo nos muestra este hecho, sino que nos da la solución a la escena principal a través del paisaje que se observa a la izquierda de la pintura, donde se encuentran representadas unas vacas que indicarían el origen del suero preparado para la obtención de la vacuna.

Por el Dr. Alberto Ortiz