Pintor: Charles Bell. 1774-1842. Escuela inglesa.
Título: “Opistótonos ”. 1809. Real Colegio de Cirujanos de Edimburgo.
Características: Óleo sobre lienzo.
Charles Bell, junto con su hermano John, son considerados dos de los miembros más refutados y prestigiosos de la cirugía escocesa de principios del siglo XIX. Nacido en Edimburgo en 1774, fue el menor de cuatro hermanos. Huérfano de padre, cuando era niño, fue su madre quien se preocupó de proporcionar a sus hijos una esmerada educación y de infundirles una sensibilidad artística, faceta esta última que quedaría especialmente reflejada en la personalidad de Charles, quien siempre estuvo excelentemente dotado para el dibujo.
Tras cursar estudios de medicina en la Universidad de Edimburgo y ser admitido en el Real Colegio de Cirujanos, marchó a Londres donde publicó una serie de grabados y planchas sobre anatomía. En 1809 tuvo la oportunidad de mostrar su capacidad como cirujano y dibujante, tras la llegada de los heridos procedentes de la batalla de La Coruña, acaecida durante las guerras Napoleónicas.
En este contexto se sitúa el cuadro que es objeto de comentario. En él se puede observar a uno de los soldados dañados en la contienda que, tras una herida, ha acabado desarrollando un tétanos. Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de espasmos musculares intensos e intermitentes y rigidez generalizada, secundarios a la acción de la tetanospasmina, neurotoxina producida por Clostridium tetani.
La forma generalizada de la enfermedad suele ser la más habitual. Dos de los primeros síntomas que desarrolla el paciente son el trismo, dificultad en abrir la boca debido a hipertonía de los músculos maseteros, y la risa sardónica, producida por un aumento

del tono del músculo orbicular de los labios (Figura 1). Seguidamente, como se ve en el cuadro, aparecen espasmos espinales y abdominales que originan la característica postura de opistótonos (opisto = detrás o hacia atrás y tono = grado de tensión muscular) con flexión de los brazos y extensión de las piernas y en la que el afectado permanece en posición de decúbito, con los talones y la cabeza doblados hacia atrás mientras el cuerpo se arquea hacia delante. El paciente sufre un dolor intenso durante este espasmos y rara vez pierde la consciencia. La muerte suele ser debida a una parada respiratoria, bien por obstrucción de las vías respiratorias altas durante los espasmos, bien por la contracción continuada del diafragma.
Ya antes de la realización de esta pintura, Bell hizo una serie de dibujos sobre el mismo tema que servirían de boceto para la elaboración del lienzo (Figura 2). Las variaciones respecto al cuadro son mínimas y posteriormente se emplearían como ilustraciones en su obra “Essays on the Anatomy and Philosophy of Expressión” publicada en 1824.

Por el Dr. Alberto Ortiz