Pintor: Joseph Mallord William Turner. 1775-1851. Escuela inglesa.
Título: “La quinta plaga de Egipto ”. 1840. Museo de Arte de Indianápolis.
Características: Óleo sobre tela. Dimensiones: 124 X 183 cm.
La obra de Turner se enmarca dentro del período Neoclásico y Romántico de la pintura. Es un momento en el que se toma como referencia temas de la Antigüedad que son reinterpretados con cierta nostalgia y melancolía. Turner será un pintor que se dedicará principalmente al paisaje, faceta en la que alcanzará una gran notoriedad, y además ejercerá una gran influencia en los pintores románticos ingleses de la primera mitad del siglo XIX.
Un buen ejemplo del tipo de paisajes que el pintor solía realizar lo encontramos en el cuadro titulado “La quinta plaga de Egipto”. Amparado en el texto bíblico que narra las diferentes plagas que azotaron Egipto antes de la liberación de la esclavitud de los israelitas, el autor sitúa la acción en un atardecer, con el río Nilo y una vegetación exuberante en un primer plano, y de fondo la ciudad con las pirámides. El efecto dramático de la plaga se ve acentuado por el crepúsculo y la gama cromática de tonos rojizos, que transmiten una sensación inquietante, anticipando el dolor y el sufrimiento que se cierne sobre los egipcios debido a las sucesivas plagas y desgracias que están padeciendo.
En concreto la quinta plaga versa sobre una gran epidemia que sufría el ganado y que ocasionaba una gran mortalidad:
“…Si rehúsas dejarlos ir y todavía los retienes, caerá la mano de Yavé sobre los ganados que están en tus campos, sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre los bueyes y sobre las ovejas una peste muy mortífera. Yavé hará distinción entre los ganados de Israel y los ganados de los egipcios, y nada perecerá de los perteneciente a los hijos de Israel. Yavé fijó el momento, diciendo: Mañana hará esto Yavé en esta tierra. Hízolo así Yavé al día siguiente. Pereció todo el ganado de los egipcios, y no murió un solo animal de los ganados de los hijos de Israel…” (Éxodo, 9: 2-6).
La fuente bíblica es de gran interés a la hora de hacer referencia a este tipo de episodios epidémicos que aquejaban no sólo a los humanos, sino a también a los animales, y cuyos estragos y efectos devastadores repercutían en la economía y en el bienestar de la población.
Por el Dr. Alberto Ortiz