Los antibióticos son medicamentos indispensables para tratar infecciones bacterianas en personas y animales, pero suponen un recurso escaso y de difícil renovación. Utilizarlos de forma inadecuada y excesiva contribuye al rápido aumento de las bacterias resistentes y a la pérdida de su eficacia.
El problema de la resistencia a los antibióticos constituye ya una amenaza importante para la salud pública y sanidad animal a nivel mundial, afectando también a la agricultura, medioambiente y comercio. En Europa mueren alrededor de 25.000 personas cada año como consecuencia de las infecciones causadas por bacterias resistentes.