Before the shot de Norman Rockwell

PintorNorman Rockwell. 1894-1978.
Título: “Before the shot ”. 1958. The Norman Rockwell Museum Stockbridge. Massachusetts.
Caracteríticas: Óleo sobre tela. Dimensiones 35 x 27,5 cm.

Ésta es una de las ilustraciones más entrañables de cuantas realizara Norman Rockwell, célebre por sus visiones dulcificadas, llenas de niños, de la vida en la América rural que se han convertido en un auténtico icono.

Esta ilustración ocupó la portada del «Saturday Evening Post del 15 de marzo de 1958, y representa a un niño en la consulta que, encaramado en una silla y con los pantalones a medio bajar, espera que el doctor le ponga una inyección. El pequeño no parece muy confiado en la pericia del médico, por lo que comprueba el título académico que cuelga en la pared. Mientras tanto el médico (Donald E. Campbell, médico de Stockbrigde, donde vivía el artista) está de espaldas preparando la inyección sobre una mesa auxiliar provista de armario y cajones. Junto a él hay un pequeño frasco que puede ser un antibiótico, fármacos popularizados en la década de los 50 para combatir las enfermedades infecciosas. Se sospecha que el jovencito puede sufrir una gripe, causada por el intenso frío invernal. A los pies de la silla yacen esparcidas las ropas de invierno del niño.

Rockwell reprodujo con exactitud todos los detalles para otorgar mayor sensación de realidad a la escena. La puerta del armario y la gaveta a medio abrir, la hilera de frascos sobre la mesa, el algodón para esterilizar la piel del niño con alcohol, la báscula manual (en la que aún confían la mayoría de los médicos a pesar de los adelantos técnicos) y en el ambiente de austeridad y pulcritud de la consulta están perfectamente representados y contribuyen con la exactitud de su representación a otorgar mayor sensación de realidad a la escena.

El artista, además, contrastó hábilmente la seriedad de la consulta médica con el gesto espontáneo del niño, a la vez que equilibró la composición mediante la armonía tonal entre colores fríos y cálidos. Los tonos azules y grises se repiten en la pared, los armarios y los pantalones de ambos. El blanco aparece en la bata del médico, la camiseta de tirantes del chiquillo y los títulos. Como tonos cálidos, empleó el marrón claro de las sillas y el amarillo de la bufanda.

Pero son las actitudes lo que realmente llama la atención de esta obra debido a su inmediatez. En su época, se especuló con la posibilidad de que Rockwell, al igual que muchos colegas suyos, utilizara fotografías. No obstante, él lo negó rotundamente. Sus modelos eran chiquillos, amigos o familiares a los que pagaba por ayudarle. Según él mismo relata, para conseguir que los niños se estuvieran quietos durante las largas sesiones, colocaba un montoncito de dinero encima de la mesa. A medida que pasaban los minutos, iba pasando monedas a otro montoncito, que correspondía al estipendio que iba a percibir el niño.

En cierto modo, esta imagen parece reproducir la situación laboral del artista en el «Washington Post» , donde sus trabajos comenzaban a ser cuestionados. Rockwell se sentía incómodo, pues se introducían cambios en las ilustraciones sin su autorización, por no hablar de la falta de compromiso del periódico con la lucha por los derechos civiles, que él apoyaba y en cuya causa se involucró totalmente a partir de la década de 1960.

«Without thinking too much about it in specific terms, I was showing the America I knew and observed to others who might not have noticed.» — Norman Rockwell

Por el Dr. Alberto Ortiz