Conocido por los profesionales como “el cementerio de submarinistas”, el Blue Hole es uno de los lugares de buceo más peligrosos del mundo y se sigue cobrando la vida de aficionados y expertos.
El Blue Hole es básicamente una laguna de coral que conecta con mar abierto a través de un enorme y precioso arco azul de 26 metros. Para acceder al arco, los submarinistas deben descender a unos 60 metros de profundidad y una vez allí ascender de nuevo por el camino que les llevará hasta la superficie del mar. Sin embargo, debido a la orientación de la cueva, muchos buceadores no encuentran la entrada y siguen avanzando hacia el fondo.