Pintor: Edvard Munch. 1863-1944. Escuela Noruega.
Título: “Autorretrato después de la gripe española ”. 1919. Galería Nacional de Oslo.
Características: Óleo sobre lienzo. Dimensiones 150’5 cm x 131 cm.
Pintor noruego cuya vida siempre estuvo marcada por la tragedia. Cuando contaba con cinco años su madre murió de tuberculosis y poco después lo haría su hermana por la misma causa: “la enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles que rodearon mi cuna y me siguieron durante toda mi vida». Precursor del expresionismo, supo plasmar en sus cuadros todas sus obsesiones y frustraciones personales. La expresividad de los rostros y las actitudes de las figuras transmiten las sensaciones de soledad y angustia que siempre acompañaron al artista.
Este cuadro nos muestra la imagen del artista convaleciente después de padecer la gripe. Esta enfermedad es causada por un virus de ARN monocatenario perteneciente a la familia Orthomyxoviridae. La infección se manifiesta con síntomas como fiebre, mialgias, astenia, cefalea, tos seca, dolor de garganta, alteraciones gastrointestinales y malestar general. La complicación más importante suele ser la neumonía.
Entre los años 1918 y 1919, se produjo la epidemia de gripe más grave que se ha conocido, estimándose en cerca de 40 millones las personas muertas a causa de la pandemia. La enfermedad comenzó en el sudeste asiático propagándose rápidamente por todo el mundo gracias a las movilizaciones militares de la I Guerra Mundial. España fue uno de los países más afectados con 300.000 muertos. El agente causante fue el tipo H1N1 del virus de la Gripe. Esta variedad del virus provoca una liberación incontrolada de citoquinas cuya consecuencia es un descontrol del sistema inmunológico que conduce a una inflamación y daño pulmonar irreversible originando la muerte.